practica 1
lunes, 9 de junio de 2014
viernes, 6 de junio de 2014
FACTORES DE PERSONALIDAD Y ANOREXIA
Generalmente, las pacientes son descriptas por sus padres como niñas perfectas, complacientes y con apariencia de estar especialmente dotados, y se habían vuelto expertas en lo que se refiere a observar y gratificar a sus padres. Así, algunas de ellas no fueron preparadas para la etapa de separación e individuación de la adolescencia.
Se caracterizan por un correcto comportamiento social, ansiedad, control en la demostración de los afectos. Su carácter tiende a ser rígido. Presentan inseguridad, dependencia afectiva, poca espontaneidad, falta de autonomía, introversión, cierta depresión y tendencia a obsesionarse con factores complicantes, relacionados con la desnutrición y la condición de paciente.
En cuanto a la depresión, es relevante su presentación clínica en la anorexia. Pero lo fundamental a tener en cuenta es que dado que los síntomas de conducta que acompañan a la inanición – no comer - : falta de energía, sueño interrumpido, retracción social, falta de ánimo , dificultad para la concentración, se asemejan en gran medida a los síntomas del trastorno depresivo
RELACION ENTRE BULIMIA Y ANOREXIA
En los últimos años ha aumentado el número de pacientes anoréxicas con síntomas bulímicos. Uno de los factores influyentes es la creciente presión social que impone que para obtener logros y éxitos, es necesario ser delgada. Ultimamente, las consultas por anorexia se han mantenido estables, mientras que las consultas por bulimia han incrementado notablemente. Los ciclos de atracones y vómitos parecen deberse a los mismos factores predisponentes y de mantenimiento que la anorexia, por eso inevitablemente se mantienen emparentadas.
DEPRESION
En ambos cuadros hay una mayor incidencia familiar de depresión y de trastornos de alimentación y peso. En ambas patologías alimentarias, es frecuente cierto estado depresivo.
PERSONALIDAD Y BULIMIA
La depresión es el elemento que colorea la forma en que se manifiesta el trastorno. La baja autoestima, el temor a la no aceptación social y la gran necesidad de una aprobación externa son cruciales en el desarrollo de la bulimia. Diversos estudios coinciden en que los pacientes bulímicos tienden a ser depresivos, impulsivos y ansiosos. Son sensibles y muy rigurosos en ciertos aspectos. Presentan baja tolerancia a la frustración, inestabilidad afectiva
PRESENTACION Y CONSULTA DIAGNOSTICA
En muchos casos, las pacientes no sabían que padecían la enfermedad, sino simplemente hábitos que creían que debían esconder. Las preocupaciones son similares a las de las anoréxicas. Constantemente piensan en la comida y el peso. Cuando hablan de los atracones, aducen que éstos no se deben al hambre sino a una costumbre que no pueden dominar. Suelen presentar síntomas como tristeza, irritabilidad y dificultad en la concentración. Suelen llegar, en casos extremos a ideas suicidas. Tienen una idea sobrevalorada respecto del temor a la gordura.
FACTORES DE MANTENIMIENTO
El curso de la anorexia es muy variado, hay pacientes que se recuperan más prontamente que otros. Sí se pueden aislar factores que ayudan a perpetuar o mantener la enfermedad.
1- Síndrome de inanición: Las chicas que padecen de anorexia se preocupan enormemente por la comida y pierden interés por otras áreas: coleccionan recetas, leen libros de cocina, pasan horas frente a una bandeja sin comer y la comida es casi su único tema de conversación, mastican cantidad de chicles, toman demasiado mate, agua, gaseosas dietéticas o café. Pero aparece la inanición, el no comer, el comer escasamente y los ayunos prolongados. Así surgen la irritabilidad, ansiedad, dificultad de concentración, aislamiento social, depresión, cambios de humor y perturbaciones del sueño. Todas estas características son atribuibles a los efectos de la inanición.
2- Vómitos: No sólo las chicas con problemática bulímica vomitan, a veces también lo hacen las que presentan características de comportamiento anoréxico, ya que ven al vómito como una solución, en tanto permite comer en exceso y al mismo tiempo mantenerse delgada.
3- Constipación crónica: Estas chicas suelen presentar esta dificultad, y la constipación brinda sensación de saciedad. Esto facilita que la persona anoréxica comience a reducir la cantidad o frecuencia de sus comidas.
4- Percepciones corporales: Aun cuando las chicas han alcanzado un muy bajo peso, continúan sintiéndose excedidas de peso y viéndose gordas.
5- Negación por parte de la enferma de su patología. Esta conducta es muy frecuente, por eso es imprescindible la consulta familiar inicial, hasta que la chica tome conciencia y pueda comprometerse en una terapia.
FACTORES DESENCADENANTES
Está demostrado que no hay un factor precipitante
único. Algunas veces es posible determinar eventos externos
gatillantes, disparadores. Por ejemplo, una paciente de 23
años señala un aborto como
factor disparador. En cambio, una
paciente de 14 años lo atribuye a un picnic en el cual
comió lechón todo el día. Una amiga le
señaló que se acercaba el verano y que sería
conveniente que comenzara a cuidar su peso. Según palabras
de la paciente, sintió que se moría del
papelón. Lo que sí se ha determinado es que el
común denominador de la repercusión que tiene el
evento para la paciente es que ella siente gran dolor de dos
maneras: 1- como una amenaza de pérdida del autocontrol,
2- como una amenaza o real pérdida de la autoestima. El
evento disparador puede ser una separación o
pérdida, un problema familiar. Nuevamente, el disparador
diverso nos remite a una consecuencia convergente: la amenaza a
su autoestima y a su sensación de control de su
mundo que conduce a un incremento de la preocupación por
su cuerpo y a la convicción de que se sentirá
más en control de su persona si
continúa perdiendo peso.
LA ANOREXIA Y SU MULTIPLE DETERMINACION
FACTORES PREDISPONENTES
Estas chicas se caracterizan por tener muy baja autoesima y ser muy autoexigentes. En muchos casos el alto nivel de exigencia ya es una característica familiar. El apoyo de los padres, en relación a la autoexigencia, debe relacionarse con poder ayudar a sus hijas a aceptar que siempre puede haber algo de ellas con lo que no estén muy contentas, pero deben señalarles los aspectos altamente positivos o en los que se destacan. Generalmente son chicas con buen desempeño escolar y buen rendimiento deportivo. Deben entender que El Cuerpo no lo es todo, sino una parte de ellas que debe vivir en armonía con el resto de los aspectos de su vida.
En esta época tan dificil ya de por sí, que es la adolescencia, cambian las responsabilidades. Se tiene más independencia, se siente una nueva identidad en las opiniones y el adolescente se va incorporando progresivamente al mundo adulto. Y como ya lo dice la palabra, adolescencia deriva de dolor , por eso el refrán popular que dice CRECER DUELE....Muchas veces , el estar en un camino intermedio tanto desde el punto de vista físico como psicológico y social provoca inseguridad. Y esta inseguridad es la fuente de disminución de la autoestima.
La adolescente suele ser rebelde con sus padres y negarse a cumplir sus órdenes, pero, mientras tanto, cumple montones de otros mandatos que vienen de la sociedad, sin darse cuenta de ello. Hay que ser flacas para ser lindas y exitosas, hay que usar determinadas marcas de ropas, hay que ir a bailar a determinados lugares...
En cuanto a las características familiares de las chicas que padecen trastornos alimentarios, se destacan determinadas características: demasiada interdependencia en las relaciones, intrusiones e intromisiones constantes en los pensamientos y sentimientos del otro, la percepción de sí mismo y de los otros miembros de la familia está pobremente diferenciada. Otra característica es la sobreprotección desmedida y exagerada. La sobreprotección retarda el desarrollo y la autonomía de los hijos. También se trata de familias rígidas, que, en cierta forma se resisten a realizar los cambios lógicos que impone el desarrollo de los hijos. Operan como un sistema cerrado, negándose, sin desearlo intencionalmente, por supuesto, a asumir la entrada de los hijos a la adolescencia. Estas familias tienden a no negociar explícitamente los conflictos, las diferencias. Generalmente, los padres suelen utilizar a la paciente enferma como agente desviador de los conflictos conyugales, con el fin de querer creer que en el matrimonio todo está bien, y que si hay un esbozo de problemas entre ellos es por la enfermedad de la hija y no a la inversa.
Estas chicas se caracterizan por tener muy baja autoesima y ser muy autoexigentes. En muchos casos el alto nivel de exigencia ya es una característica familiar. El apoyo de los padres, en relación a la autoexigencia, debe relacionarse con poder ayudar a sus hijas a aceptar que siempre puede haber algo de ellas con lo que no estén muy contentas, pero deben señalarles los aspectos altamente positivos o en los que se destacan. Generalmente son chicas con buen desempeño escolar y buen rendimiento deportivo. Deben entender que El Cuerpo no lo es todo, sino una parte de ellas que debe vivir en armonía con el resto de los aspectos de su vida.
En esta época tan dificil ya de por sí, que es la adolescencia, cambian las responsabilidades. Se tiene más independencia, se siente una nueva identidad en las opiniones y el adolescente se va incorporando progresivamente al mundo adulto. Y como ya lo dice la palabra, adolescencia deriva de dolor , por eso el refrán popular que dice CRECER DUELE....Muchas veces , el estar en un camino intermedio tanto desde el punto de vista físico como psicológico y social provoca inseguridad. Y esta inseguridad es la fuente de disminución de la autoestima.
La adolescente suele ser rebelde con sus padres y negarse a cumplir sus órdenes, pero, mientras tanto, cumple montones de otros mandatos que vienen de la sociedad, sin darse cuenta de ello. Hay que ser flacas para ser lindas y exitosas, hay que usar determinadas marcas de ropas, hay que ir a bailar a determinados lugares...
En cuanto a las características familiares de las chicas que padecen trastornos alimentarios, se destacan determinadas características: demasiada interdependencia en las relaciones, intrusiones e intromisiones constantes en los pensamientos y sentimientos del otro, la percepción de sí mismo y de los otros miembros de la familia está pobremente diferenciada. Otra característica es la sobreprotección desmedida y exagerada. La sobreprotección retarda el desarrollo y la autonomía de los hijos. También se trata de familias rígidas, que, en cierta forma se resisten a realizar los cambios lógicos que impone el desarrollo de los hijos. Operan como un sistema cerrado, negándose, sin desearlo intencionalmente, por supuesto, a asumir la entrada de los hijos a la adolescencia. Estas familias tienden a no negociar explícitamente los conflictos, las diferencias. Generalmente, los padres suelen utilizar a la paciente enferma como agente desviador de los conflictos conyugales, con el fin de querer creer que en el matrimonio todo está bien, y que si hay un esbozo de problemas entre ellos es por la enfermedad de la hija y no a la inversa.
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